El procedimiento se hace a través de un solo láser de Femtosegundo (VisuMax® de 500 kHz producido por la casa Zeiss, CZM, Jena, Alemania)., con un muy bajo tiempo de tratamiento. Esta técnica consiste en realizar con láser un lentículo de un grosor predeterminado, de un grosor de micrones, y calculado computacionalmente a través de una ecuación matemática. Esto permite cambiar el grosor y la curvatura de la córnea, modificando así su poder refractivo, corrigiendo entonces miopías y astigmatismos. Este lentículo debe ser extraído finalmente por una incisión microscópica.
A diferencia del LASIK, el SMILE no requiere la realización de un flap, lo que determina una menor alteración de la sensibilidad corneal y una menor resequedad, dando a esta técnica un valor agregado en el arsenal refractivo. En relación a PRK, sin duda es un gran avance, ya que al no tocar el epitelio en la superficie, disminuye las molestias en el post operatorio, permitiendo una recuperación visual mucho más rápida. Otra ventaja comparativa con respecto al LASIK sería una mayor estabilidad biomecánica de la córnea. El procedimiento se realiza bajo anestesia en gotas.