Pueden afectar a diferentes edades y hoy varios se pueden corregir definitivamente.
Según la Encuesta Nacional de Salud 2009-2010 el 80% de la población mayor de 65 años utiliza lentes a nivel nacional, y de la población que no usa lentes el 80,4% presenta problemas de visión que requieren su indicación.
De acuerdo a un estudio publicado el año 2017, en el mundo las tasas de prevalencia de los errores refractivos más comunes son: 40,4% en el caso del astigmatismo, seguido de la hipermetropía con 30,9% y la miopía con 26,5%. La hipermetropía registró su tasa más alta en el continente americano. La presbicia, en tanto, ha mostrado una prevalencia cercana al 60% en mayores de 40 años.
¿De qué se trata cada una? El doctor Cristián Cartes, oftalmólogo del Centro de la Visión, explica de qué se tratan las principales condiciones por las que debemos usar lentes.
Hipermetropía: “Es un ojo que tiene poca fuerza, por lo que la imagen se enfoca posterior a la retina que es donde debiera hacerlo. El ojo tiene poca capacidad de hacer confluir los rayos de luz que ingresan a él para llegar al punto de enfoque retinal”, sostiene. Las personas que la tienen ven borroso de cerca y de lejos, y puede aparecer a cualquier edad.
Astigmatismo: La persona no es capaz de enfocar la imagen en un punto. “Esta situación provoca que las imágenes se vean algo deformadas o con doble contorno. Se puede dar a lo largo de toda la vida”.
Miopía: Es lo contrario a la hipermetropía. El sistema óptico tiene más potencia de lo esperado y la imagen se enfoca anterior a la retina. Produce visión borrosa, especialmente de distancia. “Los miopes ven mal de lejos y, dependiendo del grado, ven bien de cerca. Tiende a manifestarse durante la adolescencia y avanza hasta la adultez temprana, alrededor de los 25 años”, explica el especialista.
Presbicia: Produce una dificultad para poder ver las cosas de cerca. “El paciente tiene que alejar el objeto para poder enfocar. Se debe a la pérdida de la capacidad “natural” del sistema óptico del ojo para enfocar de cerca, lo cual ocurre entorno a los 40 años de forma progresiva e irreversible hasta los 60 años aproximadamente, dice el doctor.
Tanto la miopía como el astigmatismo se pueden corregir con técnicas laser en pacientes jóvenes y adultos jóvenes, mientras que dependiendo de la magnitud del defecto se pueden corregir implantando lentes dentro del ojo tanto en jóvenes como en adultos y adultos mayores, con diferentes técnicas quirúrgicas.
La hipermetropía si bien es cierto se puede tratar con laser, requiere cumplir más requisitos que limitan a muchos pacientes el ser buenos candidatos. Por eso los hipermétropes al igual que los portadores de presbicia obtienen mucho mejores resultados con implantes de lentes intraoculares, técnicas que se reservan idealmente para edades de 50 o más años.Con una evaluación seria y criteriosa, y conociendo el historial del paciente se pueden ofrecer tratamientos personalizados para cada paciente en particular, altamente predecibles y exitosos.