La Enfermedad de Ojo Seco (EOS) es probablemente la patología más prevalente de la superficie ocular y es consecuencia de una alteración en la calidad de la película lagrimal. Como resultado, el paciente puede experimentar directamente sensación de sequedad ocular, pero muchas veces las molestias pueden ser muy variadas o incluso no presentarse, haciendo difícil llegar a un diagnóstico correcto.
En este artículo, hablaremos sobre los síntomas, causas y tratamientos del ojo seco.
Los síntomas del ojo seco pueden variar de leves a severos y pueden incluir cualquiera de los siguientes, tanto aisladamente como combinados:
Sensación de sequedad ocular
Ardor
Sensación de arena o cuerpo extraño en los ojos
Dolor
Fotofobia
Visión inestable o mala
Enrojecimiento ocular
Lagrimeo
La gran mayoría de casos de EOS son por evaporación prematura de nuestra película lagrimal, mientras que sólo alrededor de un 10 % de casos se presenta por una verdadera baja producción de lágrima, situación que por lo general es más grave por su asociación a enfermedades sistémicas de carácter autoinmune como por ejemplo la Artritis Reumatoidea.
No existe una causa única de la EOS, sino una multiplicidad de factores. Dentro de ellos destacan los siguientes:
Envejecimiento: A medida que envejecemos, las glándulas que producen lágrimas pueden disminuir en número y tamaño, lo que lleva a una disminución en la producción de lágrimas.
Medicamentos: Algunos medicamentos, como los antihistamínicos, los descongestionantes, los antidepresivos y los diuréticos, pueden disminuir la producción de lágrimas.
Ambiente: Los ambientes secos, el uso y abuso de aire acondicionado, ventiladores y la polución ambiental deterioran la estabilidad de la película lagrimal.
Uso de pantallas: La exposición prolongada a las pantallas de computadoras, teléfonos móviles y TV puede disminuir el parpadeo y facilitar la sequedad ocular.
Condiciones médicas: El ojo seco puede ser una manifestación de ciertas condiciones médicas, como la artritis reumatoide, el lupus, fibromialgia, así como de muchos trastornos del ánimo y del sueño.
Inflamación y cirugía refractiva: las alteraciones inflamatorias de los párpados, así como la cirugía LASER, en especial del tipo LASIK también conducen a un deterioro de la lubricación ocular.
Tratamientos del ojo seco: Lo más importante es entender que la EOS afecta de manera distinta a cada individuo, por lo que es labor del oftalmólogo entregar un tratamiento personalizado, y muchas veces de carácter multidisciplinario con otras especialidades médicas. El tratamiento del ojo seco puede incluir medidas para mejorar la calidad de la película lagrimal o para reducir su evaporación, así como manejo de aspectos más específicos como tratar la inflamación crónica de párpados o de la propia superficie ocular. Algunas opciones de tratamiento incluyen:
Lágrimas artificiales: son la primera línea de tratamiento del ojo seco. Dentro de su gran variedad cada vez se prefieren más aquellas libres de conservantes químicos.
Medicamentos: algunos medicamentos como los antiinflamatorios esteroidales y los inmunomoduladores en gotas pueden ayudar a reducir la inflamación y aumentar la producción de lágrimas, siempre bajo supervisión del especialista.
Cambios en el estilo de vida: aumentar las horas al aire libre, tomar descansos regulares de las pantallas junto a rutinas de parpadeo frecuente, evitar ambientes secos y/o con mucho viento pueden ayudar a reducir el síndrome del ojo seco.
Tapones lagrimales: son pequeños dispositivos que se colocan en los conductos lagrimales para retrasar el drenaje de las lágrimas hacia la cavidad nasal.
Uso de Hemoderivados: Son gotas para los ojos obtenidas del filtrado de la sangre del mismo paciente. Son una gran herramienta para ojos secos rebeldes asociados a defectos de cicatrización. Se puede usar aisladamente o de forma cíclica con buenos resultados.
Fototerapia con luz pulsada intensa (IPL): Es una nueva opción de tratamiento para el ojo seco. Es una técnica no invasiva y segura que no causa dolor, pero indicada en un grupo específico de pacientes con ojo seco.
Manejo de patologías asociadas tan diversas como cuadros inflamatorios o de la esfera psiquiátrica como depresión o trastornos del sueño.
En conclusión, «el tratamiento de la EOS es desafiante, pero educando al paciente en el conocimiento de su enfermedad y brindando un tratamiento adecuado para cada fase de esta enfermedad crónica, es completamente posible lograr un grado adecuado de bienestar para la gran mayoría de nuestros pacientes» indica el Dr. Carlos Espech, especialista en cataratas y cirugía refractiva.