El síndrome de ojo seco, se refiere al conjunto de signos y síntomas que se originan en la superficie ocular, principalmente en la córnea y conjuntiva, debido a la falta de lubricación. Es una condición que afecta al 15% de las personas mayores de 40 años y ocurre con mayor frecuencia en mujeres luego de la menopausia, debido a cambios hormonales naturales de esta etapa, explica el doctor Felipe Mellado, oftalmólogo del Centro de la Visión.
“La mayoría de los pacientes presentan síntomas leves que pueden afectar algunas actividades de su vida diaria, sin embargo hay un subgrupo de pacientes más graves en los que estas molestias pueden deberse a alguna condición subyacente que sea amenaza para su visión”, sostiene.
El ojo seco también puede estar asociado a enfermedades de tipo autoinmune, como la artritis reumatoidea y el síndrome de Sjögren; la ingesta crónica de ciertos medicamentos y vivir o trabajar en ambientes secos. “Se puede observar ojo seco leve como posible efecto secundario de la cirugía lásik y más grave en casos secuelares de algunas infecciones corneales”, agrega el doctor.
Síntomas del ojo seco
Entre los síntomas del ojo seco están la sensación de arenilla y cuerpo extraño dentro del ojo, ardor y picazón, secreción acuosa o mucosa, ojo rojo, crisis de lagrimeo (debido a una reducción en la cantidad de lípidos y mucina) y dificultad para usar lentes de contacto. “Otros pacientes refieren experimentar una visión fluctuante, porque además de lubricar, las lágrimas cumplen una función óptica”, indica.
Tratamiento:
Para el correcto tratamiento de este síndrome se debe haber identificado la causa subyacente. El arsenal terapéutico incluye colirios y ungüentos lubricantes, gel de lágrimas artificiales sin preservantes, en algunos casos corticoides tópicos e incluso inmunomoduladores tópicos que estimulan la respuesta lagrimal. La mayoría de las veces hay excelente respuesta al tratamiento inicial, sin embargo, hay ocasiones en que es tan poca la secreción de lágrimas que se debe recurrir incluso a tapones del conducto lagrimal para evitar la evacuación de la escasa lágrima
Las recomendaciones incluyen evitar exposición a aire acondicionado directo, muchas horas de pantalla sin descanso y ambientes excesivamente secos. “Se debe descartar patología palpebral o corneal que pudiera explicar esta condición. Por lo tanto, todos los pacientes con sensación de ojo seco debieran ser examinados por su oftalmólogo”, agrega el especialista.