El glaucoma una enfermedad que causa daño progresivo e irreversible del nervio óptico, en el cual, las personas afectadas no presentan síntomas hasta que el daño se encuentra muy avanzado. Debido a esto, la mayoría de los casos se diagnostican tardíamente, siendo el glaucoma una de las principales causas de ceguera a nivel mundial.
El glaucoma primario de ángulo abierto constituye el 85% de los glaucomas en la población occidental. Afecta aproximadamente entre un 1,5 % y un 2 % de la población de más de 40 años y crece su incidencia a medida que aumenta la edad.
El doctor Héctor Borel, oftalmólogo del Departamento de Glaucoma del Centro de la Visión, señala que el glaucoma en etapas tempranas es asintomático, lo que hace muy difícil detectarlo a tiempo si el paciente no consulta.
“El glaucoma es una enfermedad crónica, de progresión muy lenta y silenciosa, dañando al comienzo la visión periférica sin afectar la visión central, todos factores que atrasan el momento del diagnóstico, a veces hasta etapas avanzadas de la enfermedad”, explica el doctor. Por esta razón, debe ser detectado con un examen de especialidad.
Como es una enfermedad que aparece con la edad, la única forma de diagnosticarla en etapa inicial es el control anual preventivo con un oftalmólogo, especialmente en personas con alguno de los siguientes factores de riesgo:
• Edad (mayores de 40 años)
• Antecedentes familiares de glaucoma
• Hipertensión ocular en el examen clínico
• Pacientes con Miopía
• Otras enfermedades oculares, como patologías de córnea, retina, uveítis etc.
• Traumatismos oculares
• Raza afroamericana o asiática
• Enfermedades sistémicas como Diabetes mellitus o Hipertensión arterial
• Uso frecuente de corticoesteroides
“La mayoría de los casos más graves se producen en pacientes que nunca han consultado al especialista” “La presión intraocular no siempre está elevada por lo cual sólo el médico puede determinar correctamente el diagnóstico de la enfermedad”, indica.
Una vez detectados los signos sugerentes de glaucoma en la consulta del médico, se realizan exámenes, no invasivos y de alta eficacia, que permiten un diagnóstico definitivo.
Tratamiento para el glaucoma
El tratamiento consiste en la disminución de la presión intra ocular.
La mayoría de los glaucomas responden a tratamiento médico tópico, es decir, aplicación de gotas que reducen la presión intraocular a niveles normales. Cuando el tratamiento médico no logra controlar la presión a los niveles deseados, se puede usar láser o indicar una cirugía.
“No existe tratamiento curativo para el glaucoma. El tratamiento, cualquiera que sea, sólo detendrá el progreso de la enfermedad sin revertir el daño ya ocurrido. Por ello la importancia del diagnóstico precoz. El tratamiento médico se debe mantener durante el resto de la vida”, enfatiza el especialista.
La mayoría de los enfermos diagnosticados tempranamente en etapa asintomática, mantienen su visión para toda la vida en la medida que cumplan el tratamiento y los controles permanentes que se realizan cada 6 meses.