Las recomendaciones más difundidas indican que a los cuatro años y a los cuarenta es importante acudir a una consulta preventiva con el oftalmólogo. Pero esas no son las únicas oportunidades en las que es conveniente visitar a este especialista.
Si tienes dolor ocular, pérdida completa de visión por una fracción de tiempo, ves espontáneamente luces como flash, “moscas flotantes” en aumento o visión doble, pide hora inmediatamente con un oftalmólogo.
También debes ir con el médico especialista si tienes ojos rojos, secreción ocular, lagrimeo, picazón en los ojos, dificultad para enfocar o fijar la mirada, visión borrosa no permanente, sensación de sequedad ocular.
En el caso de los niños, también es importante no esperar hasta los cuatro años, si el niño presenta alguno de estas situaciones:
Entrecierra (“achina”) los ojos para ver de lejos
Que se acerque frecuentemente a las pantallas
Desvíe uno o ambos ojos
Que se vea algo blanco en la pupila
Cualquier alteración de la anatomía del ojo
Un reflejo blanco en una o ambas pupilas en fotos con flash(especialmente en menores de 2 años)