La ambliopía, también conocida como “ojo vago” es uno de los problemas visuales más comunes que se presenta en los niños. “Se trata de una disminución de la visión que ocurre cuando uno o ambos ojos envían una imagen borrosa al cerebro en el período en la infancia en que se desarrolla la visión. Cuando un menor tiene ambliopía, su cerebro “aprende” a ver borroso con ese ojo”, explica el doctor Francisco Conte oftalmopediatra del Centro de la Visión.
Es clave que padres estén alertas a la visión de sus hijos ya que, si en los primeros años de vida algo impide que el cerebro reciba imágenes nítidas, se produce una baja en el potencial visual que quedará así por toda la vida si no se corrige a tiempo.
Los defectos visuales en los niños muchas veces son silenciosos y difíciles de detectar, porque no son conscientes de evaluar su visión, no obstante, hay ciertas señales que podrían ayudar a los adultos a sospechar que algo no está bien, explica el doctor Francisco Conte, oftalmopediatra del Centro de la Visión.
Un día tu hijo despierta y te das cuenta que tiene uno o los dos ojos muy rojos. ¿Te ha pasado? El doctor Francisco Conte, oftalmólogo infantil, del Centro de la Visión, te explica en esta nota qué hacer en esos casos y cuándo consultar.
Las recomendaciones más difundidas indican que a los cuatro años y a los cuarenta es importante acudir a una consulta preventiva con el oftalmólogo. Pero esas no son las únicas oportunidades en las que es conveniente visitar a este especialista.
Presbicia, cataratas y degeneración macular, son algunas de las enfermedades visuales asociadas a la edad. Realizar chequeos periódicos es fundamental para detectarlos y tratarlos a tiempo. La visión cambia a medida que la edad avanza, por esto los especialistas recomiendan realizar chequeos oftalmológicos preventivos en distintas etapas de la vida, partiendo por la primera infancia para detectar y corregir defectos visuales, y continuando en la edad adulta con las enfermedades oculares asociadas a la edad.