Las enfermedades asintomáticas frecuentemente son detectadas en etapa tardía, por lo que se asocian a mal pronóstico. El control oftalmológico anual es esencial en pacientes que presentan afecciones visuales, pero en caso de personas sanas y asintomáticas, se recomienda el control oftalmológico preventivo a partir de los 40 años.
Presbicia, cataratas y degeneración macular, son algunas de las enfermedades visuales asociadas a la edad. Realizar chequeos periódicos es fundamental para detectarlos y tratarlos a tiempo. La visión cambia a medida que la edad avanza, por esto los especialistas recomiendan realizar chequeos oftalmológicos preventivos en distintas etapas de la vida, partiendo por la primera infancia para detectar y corregir defectos visuales, y continuando en la edad adulta con las enfermedades oculares asociadas a la edad.
La ambliopía, también conocida como “ojo vago” es uno de los problemas visuales más comunes que se presenta en los niños. “Se trata de una disminución de la visión que ocurre cuando uno o ambos ojos envían una imagen borrosa al cerebro en el período en la infancia en que se desarrolla la visión. Cuando un menor tiene ambliopía, su cerebro “aprende” a ver borroso con ese ojo”, explica el doctor Francisco Conte, oftalmopediatra del Centro de la Visión.